Una Confesión...

Quiero aprovechar este espacio, para hacerles una confesión que en verdad me hace sonrojar, pero pues como dicen algunos por ahí “recordar es vivir” y quiero contarles como fue mi niñez musicalmente hablando. La verdad es que era de esos niños que consumía todo lo que PlayTV y esos programas ridículos pasaban en mis tardes de tareas. Quiero aclarar que estos grupos que reseñaré a continuación, solo me gustaron en mi confusa niñez y que ya más de uno ya ni suena o se separaron.

Nota: Mi oído (a diferencia mía) ya ha madurado un poco.

Kudai                                            

Gracias a este grupo, pasé mis primeras depresiones con canciones que hablaban mucho de “volar” y de escapar y dejar todo tirado. Me dejaron de gustar cuando me di cuenta que todas sus letras eran idénticas, pero hay que reconocer que por poco más de dos años coreé muchas canciones de este desaparecido grupo.

RBD

No me da pena confesar que alcance a escuchar a este sexteto de jóvenes provenientes de una novela medio tonta, pero que me hacía reír. Los dejé de escuchar cuando me di cuenta que mi cerebro pedía pensar y escuchar música de verdad. Y que pena pero eran más rebeldes los Rugrats que estos idiotas.

Melody

Hiciste que un niño de 11 años hiciera el ridículo y tras del hecho casi me dejas sordo. Maldita!

Good Charlotte

A ellos los escucho aún a veces porque me gusta su música, pero en su época me gustaba sentirme malo escuchándolos. Ahora me doy cuenta que me daba más Status de malo escuchar las canciones de Pokemon.

Y de lo que más me avergüenzo…

Escarcha

Yo fui una víctima más de esta clase de realities, ya que fui uno de los tantos estúpidos colombianos que compró este cd que lo tengo debajo de mi cama, para acordarme que a veces me doy garra.

BONUS TRACK

Estas viejas y el Aserejé

Esta canción si no me la critiquen ya que en su época era lo más y se que a ustedes también les gustaba.

Yo se que ustedes también tuvieron sus épocas de tontada y llegaron a gastar dinero en algún grupillo de estos. Cuéntenme en quien invirtieron y hoy en día se arrepienten con todo su bolsillo. No me les de pena.