jueves, 21 de octubre de 2010

Menores de edad delincuentes: Una realidad que nos toca a todos




El número de menores delincuentes que va corriendo este año es preocupante, ya que en el transcurso del 2010 son más de 2000 jóvenes detenidos solo en la ciudad de Bogotá los que tienen a más de uno con los nervios de punta.

El quebrantamiento que más se comete en las calles de Bogotá y que es realizada por menores es el hurto. En el 2009 se presentaron 2309 casos, cifra que fue un incremento del 53% con respecto al 2008 y en lo que va corrido del 2010 ya van más de 1100 casos. Otro problema más para agregar, es que estos delitos están vinculados al consumo de estupefacientes por parte de los menores de edad.

Cuando estos jóvenes no caen en un reformatorio y son menores de 16 años, son llevados Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) a lo que los mismos funcionarios denominan “la puerta giratoria”, ya que entran y salen del sistema al no poderlos sancionar.

Al considerar que este problema social va en aumento y que nos vemos afectados todos los bogotanos, es conveniente mirar que posibles propuestas pueden ayudar a que este problema valla teniendo una menor reincidencia dentro de la ciudad. Una de ellas sería con apoyo alimentario y educacional a estos menores por lo menos hasta que cumplan su mayoría de edad, dándoles la posibilidad de ver el mundo con ojos diferentes y con una esperanza de llegar a hacer algo distinto por su vida, sin la necesidad de caer en el vandalismo, el robo, la violencia y/o las drogas.

También mejorar la calidad de vida de estos niños antes de que se inicien en estos actos, ayudando a los sectores marginales y de bajos recursos con viviendas, mejor alimentación, salud, educación y posibilidad de mejores empleos para sus familiares adultos. Que se vea la inversión del gobierno en las personas que en verdad necesitan ayuda y no solo se compre y fabrique guerra.

Sé que las anteriores ideas pueden llegar a sonar utópicas, pero plantearlas y verlas como una posibilidad puede ser una posible solución no solo al problema de inseguridad al que nos han llevado los más jóvenes de la ciudad, sino a muchas falencias que tienes que presentar las personas de bajos recursos en su diario vivir y así mejorara la calidad de vida no solo de la ciudad, sino del país.

¿Al fin qué…?


Aún me es fácil recordar como hace varias semanas, escuchaba a familiares, amigos y compañeros quejándose sobre la ola de calor por la que estaba pasando Bogotá, a la cual más de uno atribuyó culpa al calentamiento global. El desespero era a tal punto que se podían observar a personas caminando por las calles de la ciudad como si la arenosa ahora se encontrara en el centro del país y la ausencia de playas ya no fueran impedimento para mostrar un poco más de piel bajo el cielo contaminado de nuestra hermosa capital.

Al parecer el universo escucho nuestras plegarias y nos ha mandado una temporada de lluvias con insectos incluidos y muchos vendedores de sombrillas en cada esquina. Tal vez la madre naturaleza lo hizo para que pudiéramos recuperar nuestra fría Bogotá y dejáramos de una vez por todas de quejarnos. Pero somos una manada de desagradecidos, porque nuestra fría Bogotá tampoco es de nuestro completo agrado. Otra vez a mi alrededor se pueden escuchar personas criticando el clima y ayándole la razón al señor Al Gore o creyendo que el diluvio que mencionan en el Antiguo Testamento de La Sagrada Biblia se estuviera cumpliendo.

Me atrevo a decir que ya parecemos quinceañeras histéricas que no saben de qué color debe ser su vestido, no nos gusta el calor, pero cuando nuestra fría Bogotá nos vuelve a saludar también renegamos y preferimos estar comprando BonIce en cada semáforo. Aparte de todo creemos que el fin del mundo está cerca y que el medio ambiente no lo está anunciando. Y quiero aclarar que no es que me alegre ver como esta temporada de lluvias ha llegado a afectar a personas, ya sea afectando sus viviendas o ayudándolas a pesar una enfermedad, es simplemente un ejemplo que quise tomar para demostrar que nos gusta quejarnos de cosas naturales con las cuales nunca vamos a estar cómodos y pasamos temas verdaderamente importantes a un segundo plano.

¿Por qué es Avatar la película más taquillera de todos los tiempos?


Desde la semana pasada está de nuevo en cartelera Avatar (para lo que no se la han visto aún y para los que se la quieren repetir), película dirigida por el aclamado director James Cameron la cual se ha convertido en la más recaudadora de

todos los tiempos con más de 2700 millones de dólares en taquilla hasta el momento. Unos la alabaron, otros no tanto, pero lo cierto es que son muy pocos los que aún no la han visto. Pero ¿A qué se debe este éxito de Avatar? Muchos lo acreditan a su historia, otros a sus efectos o sencillamente al todo lo que conforma esta gran producción.

Yo no creo que sea a su historia, porque a pesar de ser llamativa, bien escrita, dejarnos un buen mensaje y de mostrarnos como es la naturaleza humana en todo se esplendor (depredadora), no es algo que no se haya visto antes, incluso hay unos que la comparan con la historia de Pocahontas. Simplemente Cameron quiso deslumbrarnos con una serie de efectos especiales, paisajes coloridos, animales salvajes, extraterrestres llamativos y todo un nuevo mundo exótico llamado Pandora y por lo menos en mi caso lo logró. La tecnología que fue usada en esta película muestra un nuevo paso del cine al mostrar que ya nada es imposible y que ya estamos en la capacidad de crear nuevos universos y de poder vivir en ellos en el transcurso de dos horas gracias al 3-D.

Gracias a esta película, James Cameron muestra que tan visionario puede llegar a ser, al utilizar instrumentos nunca antes utilizados y creados por el mismo para poder lograr los resultados que quería al momento de crear el universo de Avatar. Tuvo que esperar más de 14 años, para tener la tecnología necesaria y obtener los resultados que esperaba. En primer lugar logró crear personajes foto-realistas generados por computadora mediante el uso de captura de movimiento, y lo que lo diferencia del resto de capturas de movimiento, es que el entorno digital se añade después de que las emociones de los actores hayan sido capturadas. Esto se permite gracias a una nueva cámara virtual que le permitió a Cameron observar como los actores interactuaban con el mundo digital creado para la película en tiempo real y así ajustar las escenas como si fueran en vivo.

Otra de las novedades en cuanto a efectos especiales que nos ofrece esta película es un rendimiento de captura de etapa, a la cual le llaman volumen, el cual fue utilizado para capturar las expresiones faciales de los actores y se afirma que es seis veces mejor que su predecesora. La herramienta que fue utilizada para esto fue un cráneo, junto a una gorra con una pequeña cámara adherida la cual situaban en frente de los actores. Además de capturar sus expresiones, también le permitía al actor interactuar con los personajes creados por la computadora en su respectiva habitad.

Sin duda alguna la novedad tecnológica que nos ofrece Avatar ha sido la responsable de convertirla en la película más vista de todos los tiempos superan do a la misma Titanic que también fue escrita y dirigida por James Cameron. Vérsela en cualquiera de sus presentaciones es sin duda una experiencia inolvidable y que nadie debe perderse.